¿Una aprendiz de Chef en proceso de "deconstrucción"?
Las personas arrastramos nuestras propias creencias, esas que nos han inculcado desde la infancia y que han formado nuestra personalidad debido a nuestras vivencias, sin poder hacer nada al respecto… o eso creía yo.
En 2018, con una aparente vida «normal», casada, madre de dos niñas, trabajo fuera –¡y dentro!– de casa, amigos, vacaciones… empecé a sentir que María ya no estaba, que había dejado de ser yo, y me asusté.
Me sentía perdida, no sabía qué quería ni cómo ni cuándo… no sabía nada sobre mí y la «mochila» que toda alma cargamos a la espalda explotó tan fuerte que sacudió mi vida y me dejó noqueada.
¿Demasiados conflictos no resueltos de mi infancia? ¿Estar siempre preocupándome y ocupándome de los demás? No tenía nada claro sobre mí, pero sí sabía que me había olvidado de María, así que no me quedó otra que respirar hondo e iniciar un cocinado interno de «deconstrucción».
Este cocinado no ha estado aromatizado de hierbas provenzales, pero seguí mi destino enfrentando los problemas en busca de mi meta: saber quién soy, qué quiero y qué necesito para sentirme plena y en paz.
Durante mi proceso de deconstrucción, me enteré de que soy una PAS –persona altamente sensible– y si antes, inconscientemente, se me daba bien escuchar y ponerme en la piel de los demás, ahora ¡por fín! tenía claro lo que me llenaría de verdad.
Ayudar a todas aquellas mujeres que se sintieran perdidas y solas a encontrar su razón de existir sin sentirse incomprendidas y bloqueadas, como me pasó a mí, guiándolas y acompañándolas en su deconstrucción.
Porque tras mis conflictos internos tan duros como enriquecedores, ahora sé que todas tenemos a una mujer excepcional dentro y somos capaces de resurgir de nuestras cenizas cual Ave Fénix, todas las veces que sean necesarias.
Mi interés no paraba de crecer, así que también me formé como coach personal y empresarial con PNL –programación neurolingüística– y como me supo a poco, después me especialicé en Gestión Emocional y Mindfulness, Heridas emocionales e Integración de la Identidad.
Pero como nunca paro de darle vueltas al coco –quizás te resuena, ¿cierto?–, seguí pensando en qué explicación científica y lógica tenía que me hubiera sentido tan insegura, con baja autoestima, autoexigente, perdida emocionalmente y rechazada.
Así que me formé como Coach Educativo, con la idea de también ayudarte en la educación respetuosa y desde el amor con tus peques… y a la vez enseñarles a que descubran cómo solucionar sus conflictos, esos que si no son tratados, hacen que la mochila acabe pegando un buen petardazo.
Por eso confío en «Deconstrucción», para ti como mujer, y como madre que se ocupa –en vez de preocuparse sin saber solucionar– de transmitir a sus hijos, hijas e «hijes» un legado de autoestima y amor.
Creo y confío en el autorrespeto y el autoconocimiento, en el poder del cambio y en la virtud de hacer las cosas desde el corazón.
Si tú también lo crees y quieres empezar un proceso de deconstrucción hacia la calma y el amor, cuenta conmigo para resolver tus inquietudes durante el camino.
Conseguir bienestar mental no debería ser confuso ni difícil
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